III
Ya has estado aqui antes.
El mismo cielo óxido,
los mismos tejados
sosteniendo
todo el pies de la tarde.
Quizás sólo seamos
esta luz deshecha
encontrándose,
desencontrándose.
¿Por qué tengo tanto frío?
IV
Fue la lluvia
la que nos hizo volver.
Nadie había visto aún
el silencio
posado en tus rodillas,
tu empeño en buscar siempre lo perdido.
La palabra muda
y toda la noche sobre los hombros.
Te acercaste
- con cuidado -
a la ventana.
El cielo era un incendio.
VII
Hasta el agua a veces.
Luz sumergida
bailando en el vacío.
Roaz el cuerpo inmóvil
y las flores duelen en la boca.
La luna es apenas
una señal de humo
en el horizonte.
Poemas gentilmente cedidos pela autora.
Sem comentários:
Enviar um comentário