Ted Hughes escribió, a propósito de un azor, “yo mato donde quiero porque todo me pertenece”, sin embargo intuyo que el poeta no se refería exactamente a aquel rapaz, pues lo que mata cuando gusta, lo que destruye cuando se le antoja, lo que destroza cada cuerpo no es una simple ave antigua, sino el cáncer común.
Lo sé: la enfermedad anida en nuestros espejos.
Lo entiendo: y lavaré mi sexo con lejía. Frotaré mi sexo con lejía para que mis hijos nazcan sanos.
Accipiter gentilis… los ratones tiemblan bajo el rastro de tu vuelo,
los insectos tiemblan bajo el rastro de tu vuelo,
los dolientes tiemblan, pero ella sonríe,
¿has visto cómo sonríe?
Ahora aléjate.
Luna Miguel. Los Estómagos. La Bella Varsovia Editorial, 2015.
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